LUNES, 30 DE SEPTIEMBRE DE 2024. Lc 9,46-50.
"EL MÁS PEQUEÑO DE VOSOTROS ES EL MÁS IMPORTANTE".
Hablando de la rivalidad entre los discípulos, nos dice el Evangelio de hoy: "Los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante...". Jesús está a punto de emprender el viaje a Jerusalén, donde sufrirá la pasión, la muerte y resucitará al tercer día. Allí cumplirá su palabra de amarnos hasta el extremo. Mientras tanto, los discípulos discuten sobre quién de ellos es el más importante. Para Jesús el más importante es el que más y mejor sirve a los demás. Lo que Jesús hace con lo más pequeño de la humanidad, eso es lo que deben hacer sus discípulos unos con otros. La lección es la misma que dará más tarde con el gesto del lavatorio de los pies. Es decir, lamedida de la grandeza cristiana la da la práctica de la caridad fraterna. Jesús pone la humildad en la caridad, en el servicio. El discípulo de Jesús ha de abandonar el afán por sobresalir sobre los demás. La apetencia de ser más importante que los demás está muy arraigada en el corazón humano. El 'endiosamiento' nos persigue por doquier. Nunca aprendemos del todo la lección de la humildad. Es una tarea de toda la vida. Los brotes de soberbia, de ocupar los primeros puestos, aparecen con frecuencia. Señor Jesús danos el don precioso de la humildad.
MARTES, 1 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 9, 51-56.
"JESÚS TOMÓ LA DECISIÓN DE IR A
JERUSALÉN".
"Cuando se iba
cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a
Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de
Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a
Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron:
Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos? Él se
volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea". Con estas palabras del
Evangelio de hoy, comienza el evangelista San Lucas el relato del viaje de
Jesús a Jerusalén. Un relato al que le dedica diez capítulos. Esta sección del
viaje a Jerusalén representa el núcleo central del evangelio según San Lucas.
Con la subida a Jerusalén, Jesús inicia la última etapa de su vida que
culminará con su 'elevación' que abarca la pasión, muerte, resurrección y
ascensión del Señor. El breve texto que proclamamos hoy en la Eucaristía, nos
recuerda el rechazo que Jesús sufre en Samaría. Aparece reflejada aquí la viva
hostilidad existente entre judíos y samaritanos. Ahora bien, Jesús quiere
alejar a los suyos de todo espíritu de venganza. La sugerencia que hacen
Santiago y Juan nos recuerda un acontecimiento similar de la época de Elías en
el que este profeta envía fuego sobre la tierra (2Re.1,10-14). La misión de
Jesús es muy distinta a la de Elías. Jesús soportará el sufrimiento, pero no lo
causará. Los discípulos piensan en un mesianismo espectacular y poderoso que no
retrocede ante la muerte de algunos. No han comprendido que la actitud de Jesús
es siempre de misericordia y no de destrucción. Señor Jesús, concédenos la
gracia de seguirte de cerca por el camino de la entrega generosa.
MIERCOLES, 2 DE
OCTUBRE DE 2024. Mt 18, 1-5.10.
"LOS ÁNGELES DE
ELLOS VEN CONTINUAMENTE EL ROSTRO DE MI PADRE"
Hoy hacemos memoria de
los Santos Ángeles Custodios. Los discípulos preguntaron a Jesús: "¿quién
será el mayor en el reino de los cielos? Entonces llamó a un niño, le puso en
medio de ellos y dijo: En verdad os digo, si no os volvéis y hacéis como niños,
no entraréis en el reino de los cielos. Quien se haga pequeño como este
niño, ese tal es el más grande en el reino de los cielos. Y quien reciba en mi
nombre a un niño como éste, a mí me recibe. Tened cuidado de no despreciar a
ninguno de estos pequeños, que os aseguro que los ángeles de ellos ven
continuamente el rostro de mi Padre en los cielos". Jesús contesta a la
pregunta de los discípulos acerca de quién es el más importante en el reino de
los cielos. Lo hace de una manera intuitiva y práctica, poniendo en medio a un
niño pequeño. Los verdaderos discípulos de Cristo deben ser como los niños que
nada ambicionan y se contentan fácilmente con el puesto que se les señala. El
pensamiento de Jesús pasa del niño al creyente de humilde condición, cualquiera
que sea su edad. En efecto, recibir y socorrer a un pequeño o necesitado en
nombre de Jesús, es decir, porque simboliza su dulzura y sencillez o porque
viene de su parte, es recibir al mismo Jesús. Su dignidad es tal, que Jesús se
identifica con él. En el último verso del Evangelio de hoy, Jesús vuelve de
nuevo a recomendar con más razones la estima que se ha de tener a los pequeños,
porque están puestos por Dios bajo la tutela de los Ángeles Custodios. Acerca
de la existencia de estos ángeles y de su misión nos enseña el Catecismo de la
Iglesia: "Desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de su
custodia y de su intercesión. 'Cada fiel tiene tiene a su lado un ángel como
protector para conducirlo a la vida' (S. Basilio)" (n.336). Señor Jesús,
ayúdanos a descubrir la presencia de nuestro ángel custodio en los diversos momentos
de nuestra existencia.
JUEVES, 3 DE OCTUBRE
DE 2024. Lc 10, 1-12.
"¡PONEOS EN
CAMINO!".
"Designó el Señor
otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos
y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: La mies es abundante y los obreros
pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en
camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis
talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar por el
camino...". Jesús designa un grupo de discípulos para enviarlos a los lugares
donde pensaba ir él. La mies, que es abundante, le pertenece al Padre. Al ser
mucha la mies aparece justificada la oración pidiendo más obreros. La antítesis
entre lobos y corderos hay que referirla a la inocencia y sencillez apostólica
comparada con la maldad y pasiones del mundo judío y pagano que han de poner en
camino de conversión. A pesar de las dificultades, los discípulos han de
ponerse en camino. Es necesario salir a los diversos lugares, para anunciarles allí
la Buena Nueva. Jesús les pide que vayan ligeros de equipaje. Que no se
detengan por el camino, sino que realicen diligentemente la tarea que se les ha
confiado. El papa Francisco nos habla de una Iglesia en salida, que no se
apoltrone en la comodidad. Como entonces la tarea del anuncio del reino de Dios
no era fácil, tampoco lo es hoy. En un ambiente tan secularizado como el
nuestro, es harto difícil proclamar el Evangelio. El hombre de hoy, que tiene
todos los días a su alcance tantas noticias, no se muestra en general receptivo
a la Buena Nueva que nos ha traído Jesucristo. Señor Jesús, que tus discípulos
mostremos tu mensaje a las personas de hoy sobre todo con el testimonio de una
vida entregada al amor a Dios y a los hermanos.
VIERNES 4 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 10, 13-16
"¡AY DE TI,
COROZAÍN, AY DE TI BETSAIDA!"
Jesús amenaza a las
ciudades impenitentes con estas palabras: "¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti,
Betsaida! Si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras,
hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que
el día del juicio les será más llevadero a Tiro y Sidón que a vosotras. Y tú,
Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma
se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que
el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti". El evangelista
afirma que Jesús había obrado muchos milagros en Corozaín y en Betsaida. A
pesar de ello no se habían convertido. Los habitantes de estas dos ciudades son
más dignos de castigo que los de Tiro y Sidón, porque habían recibido mayores
gracias al escuchar el mensaje de Jesús sobre el Reino y presenciar sus
milagros. Más todavía, afirma Jesús que, si aquellos gentiles hubiesen tenido
esta dicha de que disfrutaron las ciudades de Galilea, tiempo ha que hubieran
hecho penitencia de sus pecados. Separadamente y con frases aún más severas
dirige Jesús sus quejas contra Cafarnaún. Esta ciudad privilegiada, elegida
como centro de sus actividades apostólicas, donde había establecido su
domicilio y en la que tantas veces había predicado y realizado prodigios,
tampoco respondió al llamamiento de Jesús. ¿Qué hemos de aprender de estas
amenazas de Jesús? Hemos de estar prontos a acoger el mensaje de Jesús.
Nosotros, que conocemos la Buena Noticia de Jesús, hemos de celebrarla en los
sacramentos y vivirla en la práctica de la caridad con los más necesitados.
Seamos agradecidos por tantas gracias que hemos recibido del Señor Jesús y
vivamos una actitud permanente de conversión.
SABADO 5 DE OCTUBRE DE 2024. Mt 7, 7-11
TEMPORASDE PETICION
Y ACCIÓN DE GRACIAS. PEDID Y SE OS DARÁ.
Después de relatar la parábola del amigo importuno, con
motivo de la oración de petición, Jesús dijo a sus discípulos: "Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os
abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué Padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O
si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un
escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a
los que se lo piden?". Lo esencial de la parábola está en el hecho de que
se logra lo que se pide. La aplicación solamente habla de que Dios, que es
bueno, escucha la petición de sus hijos, y la escucha dándoles siempre cosas
buenas. No se menciona explícitamente en ella la idea de constancia en el pedir
o de la importunidad. La idea de la constancia existe, con todo, pero más implícita.
A veces se cuestiona el sentido de la oración de petición. ¿Acaso no sabe Dios
lo que necesitamos en nuestras vidas? Es indudable que Dios nos conoce por
dentro y sabe de nuestras necesidades. Sin embargo, la oración de petición
tiene su sentido. En primer lugar, esta oración nos hace sentir a Dios en
nuestro corazón, sobre todo en los momentos más angustiosos. Además, en esta
oración nos dirigimos a Dios con la confianza de los hijos. Pedir es orar desde
la dificultad, con la seguridad de que vamos a encontrar consuelo para nuestra
vida. Señor Jesús, enséñanos a orar; también cuando nos dirigimos al Padre con
la oración de petición implícita.
DOMINGO, 6 DE
OCTUBRE de 2021. Mc 10,2-16.
"AL PRINCIPIO
DE LA CREACIÓN DIOS LOS CREÓ HOMBRE Y MUJER".
Hoy es domingo, el día
del Señor. En la primera lectura (Gén 2,18-24) de la Eucaristía de hoy se nos
habla de la creación del hombre y de la mujer. El Creador se dice: "No es
bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle a alguien como él, que le ayude".
Las dos relaciones del hombre con Dios y con el mundo son ciertamente
fundamentales, pero no bastan. El hombre no está aún completo. Adán necesita un
tú humano. Un ser que le sea a la vez semejante y diferente; si fuese sólo
semejante, réplica o doble, no sería su complemento; y si fuese sólo diferente,
no sería su acompañante. El Señor Dios formó de la costilla, que había sacado
de Adán, a la mujer. Se la presentó al hombre, a Adán. Este no puede
encontrarse casualmente con ella; tiene que descubrirla, reconocerla y
aceptarla libremente como su tú. La saluda con un himno de júbilo y acción de
gracias. La acogida del hombre es tanto más libre cuanto que ha sido precedida
por una ponderación y una repulsa de las otras posibilidades. En el Evangelio
de hoy (Mc 10,2-16) Jesús nos recuerda el mismo texto del Génesis con estas
palabras: "Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por
eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los
dos una sola carne. De modo que ya no son dos , sino una sola carne. Pues lo
que Dios ha unido no lo separe el hombre. En casa, los discípulos volvieron a
preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: Si uno repudia a su mujer y se casa
con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y
se casa con otro, comete adulterio". Es evidente que vivimos momentos
críticos para la institución familiar. Hay modelos de familias que
parecen tocar a su fin. Aparecen por doquier diversos modelos de convivencia
familiar que se van abriendo camino en la legislación civil y en el común
sentir y hacer de la sociedad actual. La Palabra de Dios nos muestra cuál fue
el propósito de Dios para la humanidad en los orígenes de la creación. La unión
entre el hombre y la mujer tiene su origen en el mismo corazón de Dios, que
transmite el amor y nos confía el misterio de la vida. Los esposos son una sola
carne bendecida por el amor para toda la vida. Estamos ante una vocación a
formar comunidad. Este es el camino para regenerar la comunidad humana.
LUNES, 7 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 1,26-38.
LA ANUNCIACIÓN A MARÍA
En el Evangelio que se
proclama en la Eucaristía de hoy (Lc 1,26-38) se nos recuerda la anunciación a
María. El anuncio se produce en la pequeña aldea de Nazaret. El evangelista
presenta a María como prometida de José, de la casa de David. El ángel Gabriel
dijo a María: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se
turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El
ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin. Y María dijo al Ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón? El
ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo
te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de
Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de
seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María
contestó. He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra". A
través de la mediación del ángel Gabriel, Dios se acerca a María y le ofrece
ser la madre de su Hijo. Fijémonos en la contestación que María da a la
propuesta del ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco varón?". La
Virgen busca el modo, la manera de ser virgen y madre a la vez. Ella no pregunta
por curiosidad. La cosa va con ella. El futuro le incumbe a ella: debe concebir
y dar a luz ella. Ella es consciente de que no tenido relaciones conyugales. A
la pregunta de María responde el ángel. María, sin conocer varón, quedará en
estado, por obra del Espíritu Santo, que tiene poder de Dios, para quien nada
es imposible. Al escuchar las palabras del ángel, María sabe decir sí a Dios,
sin conocer muy bien adónde le llevaría su obediencia. María está dispuesta a
practicar su fe. Está disponible para colaborar en el plan de Dios. Por la
obediencia de María a la voluntad de Dios se abre para nosotros la puerta
de la salvación. Aunque María no pide ningún signo, como hizo Zacarías, se le
ofrece una garantía de la autenticidad del mensaje: su parienta Isabel, que era
estéril, va a dar a luz un hijo. Nosotros tenemos la oportunidad de escuchar
diariamente la Palabra de Dios. Como la Virgen practiquemos dicha Palabra.
MARTES, 8 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 10, 38-42
MARÍA HA ESCOGIDO LA PARTE MEJOR
Acompañado de sus
discípulos, Jesús entra en una aldea y una mujer llamada Marta lo recibió en su
casa. Marta tenía una hermana llamada María, "que, sentada a los pies del
Señor, escuchaba su palabra". 'Sentarse a los pies', es una frase técnica
para designar a un discípulo que oye al maestro. María está atenta al
mensaje de Jesús. Por su parte, "Marta se multiplicaba para dar abasto con
su servicio; hasta que se paró y dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me
haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano". Marta iba de
un sitio para otro, estaba afanada en el servicio. Se detuvo delante del Señor,
para decirle ¿no te importa verme tan ocupada? Ella es consciente de que una
palabra del Señor sería suficiente para que su hermana le ayudase en el
servicio. Sin embargo, la respuesta del Señor va por otro lado: "Marta,
Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María
ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán". La respuesta del Señor
con la repetición del nombre: Marta, Marta, indica grande afecto. Pero, a la
vez le hace ver que anda dividida. Está pendiente de varias cosas a la vez,
cuando una sola es necesaria. Este Evangelio nos ayuda a discernir qué es la
más importante: lo establecido por la ley y las prácticas de culto, o la
acogida de la novedad del Reino. Es cierto que ambas hermanas son acogedoras.
Ahora bien, Marta realiza lo que es 'normal', aquello que dictan las normas de
la hospitalidad. Ella simboliza a quienes creen que basta con ser fieles a lo
establecido. También María desempeña el deber de la acogida, pero de otro modo,
en actitud de escucha atenta, como una verdadera discípula. Jesús declara que
esta es la parte mejor que nadie podrá quitar al creyente. Es la misma lección
que el Señor da en otras ocasiones, cuando dice que busquemos primero el reino
de Dios y que todo lo demás se nos dará por añadidura; también cuando dice que
su comida es hacer la voluntad del Padre que le ha enviado, y que su madre y
sus hermanos son los que cumplen la voluntad de su Padre. En el libro de los
Hechos se produce una situación similar: el servicio de la Palabra y el de la
mesa. No se cuestiona la necesidad de este último, pero se pone de manifiesto
que entre ambos servicios hay una jerarquía.
MIÉRCOLES 9 DE OCTUBRE DE 2024. Lc
11, 1-4.
SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR.
"Una vez que
estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le
dijo: Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos. Él les dijo:
Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos
cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también
nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en
tentación". Los discípulos van descubriendo que Jesús es una persona que
ora. Ellos contemplaban a Jesús cuando venía de orar. Ante el testimonio de
Jesús orante, los discípulos le piden que les enseñe a rezar. Acerca del
Padrenuestro se han ido publicando a lo largo de la era cristiana muchos
comentarios. Es la oración por excelencia. Un regalo especial que nos ha dejado
Jesús. Sin embargo, repetida una y otra vez por los cristianos puede
convertirse en un rezo rutinario. Siempre es oportuno que nos detengamos de vez
en cuando a reflexionar sobre esta oración en la que se encierra toda la vida
de Jesús. Nos daremos cuenta de que solo la podemos rezar si permitimos que el
Espíritu ore con nosotros. Estamos ante una oración que resume el Evangelio:
Dios es Padre, santificamos su nombre con una vida justa, y él es origen del
pan cotidiano, del perdón y de un futuro universal de paz. Dios está con
nosotros frente a todo mal. Señor Jesús, enséñanos a rezar con sentido el
Padrenuestro.
JUEVES, 10 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 11, 5-13
"ES QUE EL REINO DE DIOS HA LLEGADO
A VOSOTROS"
Con el motivo del
exorcismo realizado por Jesús se produce una doble interpretación. Unos
explican este hecho por la intervención de Belzebú, el príncipe de los
demonios. Otros consideran insuficiente este milagro y piden una señal del
cielo. Jesús, leyendo los pensamientos de esta gente, les dijo: "Todo
reino en guerra civil va la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también
Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo
echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién
los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los
demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a
vosotros". La respuesta de Jesús representa un dilema conocido: el demonio
no se puede echar sino con el poder superior, bien sea de otro demonio
superior, bien del mismo Dios. Si en el caso de Jesús no se admite el poder de
Dios, es que tiene el poder deotro demonio superior, y así resulta que los
demonios estás divididos y se destruyen a sí mismos. Si el reino de Dios ha
empezado con Cristo, que muestra su poder en la derrota de Satanás, ha llegado
la hora en que no cabe la neutralidad. Jesús con el poder de Dios va recogiendo
en torno a sí las ovejas de Dios. Como dice Jesús, el que no recoge conmigo
desparrama. Es, pues, necesario, si queremos entrar en la dinámica del Reino,
vivir en comunión con Cristo.
VIERNES, 11 DE OCTUBRE DE 2024. Lc
11,15-26.
"ES QUE EL REINO DE DIOS HA LLEGADO
A VOSOTROS"
Con el motivo del
exorcismo realizado por Jesús se produce una doble interpretación. Unos
explican este hecho por la intervención de Belzebú, el príncipe de los
demonios. Otros consideran insuficiente este milagro y piden una señal del
cielo. Jesús, leyendo los pensamientos de esta gente, les dijo: "Todo
reino en guerra civil va la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también
Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo
echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién
los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los
demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a
vosotros". La respuesta de Jesús representa un dilema conocido: el demonio
no se puede echar sino con el poder superior, bien sea de otro demonio
superior, bien del mismo Dios. Si en el caso de Jesús no se admite el poder de
Dios, es que tiene el poder de otro demonio superior, y así resulta que los
demonios estás divididos y se destruyen a sí mismos. Si el reino de Dios ha
empezado con Cristo, que muestra su poder en la derrota de Satanás, ha llegado
la hora en que no cabe la neutralidad. Jesús con el poder de Dios va recogiendo
en torno a sí las ovejas de Dios. Como dice Jesús, el que no recoge conmigo
desparrama. Es, pues, necesario, si queremos entrar en la dinámica del Reino,
vivir en comunión con Cristo.
SÁBADO, 12 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 11,27-28.
"MEJOR,
DICHOSOS LOS QUE ESCUCHAN LA PALABRA DE DIOS..."
Hoy celebramos la
fiesta de Nuestra Señor del Pilar. Refiriéndose a la Virgen, nos dice el
Evangelio: "Mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el
gentío levantó la voz, diciendo: Dichoso el vientre que te llevó y los pechos
que te criaron. Pero él repuso: Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de
Dios y la cumplen". El Evangelio, en pocas palabras, nos señala la clave
para vivir con autenticidad la fe cristiana. Se trata de abrir nuestro corazón
a la palabra de Dios, reflexionarla e interionizarla en la oración y
practicarla en la vida de todos los días. He aquí lo que hizo la Virgen,
nuestra madre. El 6 de noviembre de 1982, San Juan Pablo II vino como peregrino
a postrarse ante la Virgen del Pilar, signo de la Iglesia peregrina del todo el
mundo, a ponerse bajo la protección de la Madre, a alentar a todos los
españoles en su arraigado amor mariano, a dar gracias a Dios por la presencia
singular de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia en tierras
españolas, y a depositar en sus manos y en su corazón el presente y el futuro de
la nación y de la Iglesia en España. Para el Papa, el Pilar y su tradición
evocan para nosotros los primeros pasos de la evangelización de España:
"Un aspecto característico -dirá el papa- de la evangelización de España
es su profunda vinculación a la figura de María. Por medio de ella, a través de
muy diversas normas de piedad, ha llegado a muchos cristianos la luz de la fe
en Cristo, Hijo de Dios y de María. ¡Y Cuántos cristianos viven hoy su comunión
de fe eclesial sostenidos por la devoción a María, hecha así columna de esa fe
y guía segura hacia la salvación!". Señora y Madre nuestra, Virgen
del Pilar, sé Tú siempre nuestro amparo seguro en el camino de la fe.
DOMINGO, 13 DE OCTUBRE DE 2021. Mc
10,17-30.
"...ÉL FRUNCIÓ
EL CEÑO Y SE MARCHÓ PESAROSO..."
Hoy es domingo, el día
del Señor. En el Evangelio de hoy se nos narra el encuentro de Jesús con el
joven rico. Mientras iba Jesús de camino se le acercó alguien corriendo, se
arrodilló y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no
darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre. Él
replicó: Maestro, todo eso lo he cumplid desde pequeño. Jesús se le quedó
mirando con cariño y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes,
dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego
sígueme. A estas palabras, el frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era
muy rico...". Aquel joven debía saber que el camino para llegar a la vida
eterna era el cumplimiento de la ley. Pero sin duda, como se ve por el contexto,
esto no le bastaba, y aspiraba a algo más. Jesús miró con cariño a aquel joven
que desde pequeño había cumplido los mandamientos. En este caso concreto, Jesús
le pide que dé un paso más: renunciar a todos sus bienes en favor de los pobres
y luego que le siga. Es conveniente advertir que estamos ante la única
narración de los evangelios en que un mandato de Jesús de seguirle es
tácitamente rehusado. Lo que prescribe Jesús choca, sin duda, con las ideas que
el rico está acostumbrado a leer en la Sagrada Escritura, que las riquezas son
una bendición de Dios concedida a los justos. En cambio, ahora se le presenta
un programa de justicia sin riquezas. Señor Jesús queremos seguirte ligeros de
equipaje. No hemos de poner nuestro corazón en las riquezas. Para cumplir tu
voluntad, es imprescindible centrar nuestra persona en tu voluntad. Tú nunca te
dejas ganar en generosidad.
LUNES, 14 DE
OCTUBRE DE 2021. Lc 11,29-32.
"PIDE UN SIGNO,
PERO...".
En aquel tiempo,
"la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: Esta
generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más
signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes
de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del
Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que
los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Los hombres de
Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen;
porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que
es más que Jonás". Algunos contemporáneos de Jesús le piden que realice un
signo portentoso. Los milagros admiran, pero no convierten el corazón. Jesús
siempre se niega a realizar tales signos. Quien no se convierte al escuchar la
palabra de Dios no lo va a hacer, aunque resucite un muerto. A sus contemporáneos
(Jesús les califica como generación malvada) que no le aceptan, Jesús opone los
paganos que aceptaron en el pasado la sabiduría de Salomón y la predicación de
Jonás. En Jesús se nos revela, por tanto, alguien que es más grande que Salomón
o Jonás. Realmente puede creer el que conoce a Jesús, el que se abre de corazón
a Dios, el que se deja cambiar por él. No le pidamos a Jesús milagros para
creer, pidámosle que nos abra el corazón, que nos ayude a ver el tesoro de su
Reino. No hemos de preguntar por ningún otro signo sino escuchar la predicación
de Jesús y convertirnos. Así lo hicieron los habitantes de Nínive ante la
palabra de Jonás. La salvación de Dios se ha abierto al mundo entero. En
efecto, la salvación que anuncia Jesús es católica y universal.
MARTES,
15 DE OCTUBRE DE 2024. Mt 11,25-30.
FIESTA DE SANTA TERESA DE JESÚS
En aquel tiempo, "tomó la palabra Jesús y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera". En este texto evangélico aparece recogida una oración de acción de gracias de Jesús al Padre por su éxito con la gente sencilla de Galilea y por su fracaso entre los maestros de la ley, escribas y sacerdotes. Jesús está contento. Esta es la manera que tiene Dios de revelar su designio de salvación. La gente sencilla, los que, humanamente hablando, no tienen acceso a grandes conocimientos, se muestran abiertos a Dios con corazón limpio, sin prejuicios. Están dispuestos a dejarse enseñar por los gestos y las palabras de Jesús. Por el contrario, los sabios según el mundo, se cierran al mensaje salvador de Jesús. Su corazón endurecido les impide abrirse a la revelación del Padre a través de su Hijo. Al final de su oración, Jesús nos hace una invitación que nos llena de consuelo. Él quiere aliviarnos: "Yo os aliviaré". Jesús nos exige lo esencial: el amor que libera y hace vivir. Jesús no complica la vida, la hace más simple. Hoy celebramos la fiesta de Santa Teresa de Jesús. Hablando de Jesús como el 'amigo verdadero', Santa Teresa exclama: "¡Oh, quién diese voces por él, para decir cuán fiel sois a vuestros amigos! Todas las cosas faltan; Vos, Señor de todas ellas, nunca faltáis..." (Vida 25,17-18). Santa Teresa experimentó con gozo el Evangelio que hoy proclamamos en la Eucaristía.
MIÉRCOLES, 16 DE OCTUBRE DE 2024. Lc
11,42-46.
REPULSA DEL COMPORTAMIENTO DE FARISEOS Y
MAESTROS DE LA LEY.
Jesús denuncia con
valentía el comportamiento de los fariseos y de los maestro de la Ley. Les
dice: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena,
de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y
el amor de Dios! Esto habría que practicar sin descuidar aquello. ¡Ay de
vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y
las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal,
que la gente pisa sin saberlo! Un maestro de la Ley intervino y le dijo:
Maestro, diciendo esto nos ofendes también a nosotros. Jesús replicó: ¡Ay de
vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas
insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!". Ante la
forma de comportarse y de interpretar la Ley que tenían los fariseos y los
letrados, Jesús no se calla; al contrario, en aras de la verdad, denuncia con
toda claridad susdefectos. Los fariseos, mientras están pendientes de las cosas
más pequeñas e intrascendentes, pasan por alto el derecho y el amor de Dios.
Además, los fariseos son vanidosos, buscan el aplauso de la gente y les encanta
estar sentados en los asientos de honor. Son como tumba sin señal que la gente
pisa sin saberlo. Ante las diatribas contra los fariseos, un maestro de la Ley
interviene para mostrarle que ellos también se sienten aludidos y, por tanto,
ofendidos. Jesús les echa en cara su incoherencia: cargar la conciencia de los
demás con grandes cargas, pero ellos no cumplen la Ley. Señor Jesús, perdona
también nuestras incoherencias. ¡Cuantas veces nuestras obras no responden a lo
que decimos y pensamos!
JUEVES 17 DE OCTUBRE DE 2021. Lc 11,47-54.
¡AY DE VOSOTROS, QUE EDIFICÁIS
MAUSOLEOS…
"Dijo el Señor:
¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron
vuestros padres! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo
aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis mausoleos. Por eso
dijo la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos de ellos
los matarán y perseguirán; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la
sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la
sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el
santuario(...). ¡Ay de vosotros, maestros de la ley, que os habéis apoderado de
la llave de la ciencia: vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar
se lo habéis impedido! Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a
acosarlo implacablemente y a tirarle de la lengua con muchas preguntas
capciosas, tendiéndole trampas para cazarlo con alguna palabra de su
boca". El Evangelio de hoy continúa la llamada de atención a los
representantes del judaísmo. Jesús critica también a los doctores de la ley. Es
verdad que estos doctores pretendían ser los continuadores de los profetas y
los sabios del Antiguo Testamento. De hecho veneraban a los grandes profetas
construyéndoles mausoleos. Pero de hecho, muchos de sus antecesores habían
rechazado a los profetas y este rechazo alcanza su punto culminante en la
muerte de Jesús, el auténtico heredero de la tradición profética. En el texto
se citan el primero asesinato: el de Abel (Gén 4,1-16) y el último: el de
Zacarías (2Cr 24,20-21). No hay que olvidar que en los comienzos de la vida de
la Iglesia, Esteban será apedreado por acusar a Israel de haber asesinado
a sus profetas (Hec 7,52-54). Como consecuencia de estas críticas de Jesús, la
animosidad de los líderes judíos crece y se pone de manifiesto buscando cómo
hacerle caer en alguna trampa. Vivimos una época marcada por el laicismo. Ante
esta realidad, los cristianos hemos de ofrecer nuestro testimonio consistente
en una vivencia de fraternidad y de acogida. Así lo hacía Jesús con aquellos
que se acercaban a él.
VIERNES, 18 DE
OCTUBRE DE 2024. Lc 10,1-9.
"¡PONEOS EN CAMINO!".
En aquel tiempo,
"designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos
en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: La
mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que
envíe obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en
medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a
nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: Paz a esta
casa. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no,
volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que
tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en
casa. Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a
los enfermos que haya en ella, y decidles: El Reino de Dios ha llegado a
vosotros". Hoy celebramos la fiesta de San Lucas evangelista. Precisamente
en este relato evangélico, san Lucas recoge una importante exhortación de Jesús
dirigida no a los Doce, sino a un grupo numeroso de discípulos a los que envía
para que colaboren en el proyecto del Reino de Dios. Las palabras de Jesús
constituyen una especie de carta fundacional en la que sus seguidores han de
inspirar su tarea evangelizadora. Jesús dice a sus discípulos: "Poneos en
camino". Es una verdad de ayer, de hoy y de siempre: La Iglesia está
marcada por el envío de Jesús. El papa emérito Benedicto XVI nos dice que
la Iglesia no está ahí para ella misma, sino para la humanidad. El papa
Francisco nos habla de una Iglesia en salida. Esto solo es posible si vivimos
una conversión personal y pastoral. Los discípulos de Jesús hemos de desechar
la tentación de plegarnos sobre nosotros mismos. La Iglesia nace para
evangelizar. Esto conlleva predicar el Evangelio del Reino y sanar toda
enfermedad y dolencia. Esta Buena Noticia de Jesús se comunica con
respeto y con una actitud amistosa y fraterna, contagiando paz. Al entrar en
una casa, hemos de decir en primer lugar: Paz a esta casa. Para recorrer el
camino de la evangelización, hemos de ir ligeros de equipaje. Jesús nos dice:
"No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias". San Lucas
evangelista vivió la tarea evangelizadora y nos dejó la memoria de la
vida y del mensaje de Jesús (Evangelio) y de los primeros pasos de la
Iglesia anunciando el Evangelio (Hechos de los Apóstoles).
SÁBADO 19 DE
OCTUBRE DE 2024. Lc 12,8-12.
"SI UNO SE PONE DE MI PARTE DELANTE
DE LOS HOMBRES..."
Jesús habla de este
modo a sus discípulos sobre la confesión de la fe y sobre la blasfemia contra
el Espíritu Santo: "Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también
el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me
reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que
hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme
contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga,
ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de lo que vais a
decir, o de cómo os vais a defender. Porque el Espíritu Santo os enseñará en
aquel momento lo que tenéis que decir". Jesús pide a sus discípulos
permanecer en la fe recibida. Se trata de confesar abiertamente lo que somos:
discípulos de Cristo. Ante Cristo cada uno de nosotros tenemos que tomar
postura. No vale un término medio. San Juan Pablo II nos decía acerca de la
blasfemia contrael Espíritu Santo: "La blasfemia no consiste en el hecho
de ofender con palabras al Espíritu Santo; consiste en el rechazo de aceptar la
salvación que Dios ofrece al hombre por medio del Espíritu Santo, que actúa en
virtud del sacrificio de la cruz. Si Jesús afirma que la blasfemia contra el
Espíritu Santo no puede ser perdonada, es por el rechazo radical de
convertirse. La blasfemia contra el Espíritu Santo es el pecado cometido por el
hombre que reivindica un pretendido 'derecho' de perseverar en el mal -en
cualquier pecado- y rechaza así la redención". En efecto, la blasfemia
contra el Espíritu Santo supone la resistencia y renuncia a la salvación. Señor
Jesús, queremos estar siempre abiertos a la salvación que nos ofreces
siempre.
DOMINGO, 20 DE
OCTUBRE DE 2024. Mc 10,35-45.
"¿QUÉ QUERÉIS QUE HAGA POR
VOSOTROS?"
Hoy es domingo el día
del Señor. En el Evangelio de hoy (Mc.10,35-45) aparecen los dos hijos del
Zebedeo, Santiago y Juan, suplicándole a Jesús: "Maestro, queremos que
hagas lo que te vamos a pedir. Les preguntó: ¿Qué queréis que haga por
vosotros? Contestaron: Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y
otro a tu izquierda. Jesús replicó: No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de
beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo
me voy a bautizar? Contestaron: Lo somos. Jesús les dijo: El cáliz que yo voy a
beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a
bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí
concederlo; está ya reservado. Los otros diez, al oír aquello, se indignaron
contra Santiago y Juan...". La petición de los dos hijos de Zebedeo y el
enfado de los otros diez ante tal petición manifiestan que los discípulos de
Jesús buscaban situarse bien en el futuro reino de Jesús. Ninguno de ellos
había comprendido lo que realmente es importante en el Reino de Dios. Por eso
Jesús aprovecha esta circunstancia, para dejarles claro que lo decisivo en el
Reino es la actitud de servicio. Jesús pudo decirles esto, porque Él mismo
estaba viviendo hasta el extremo el espíritu de servicio. Jesús había venido en
carne mortal para servir y dar su vida en rescate por todos. Como discípulos de
Jesús hemos de preguntarnos: ¿Qué es lo que estamos buscando al vivir como
cristianos? ¿Cuál es nuestra intención profunda a la hora de actuar? Hoy
celebramos la jornada del Domund. Ser cristianos es ser misioneros donde nos
encontremos. Se trata de proponer la fe cristiana con nuestras obras y
palabras. Transmitir en nuestro ambiente la alegría del Evangelio. Si así lo
hacemos, estamos prestando el servicio que más necesita nuestro mundo.
LUNES, 21 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 12, 13-21
"GUARDAOS DE TODA CLASE DE
CODICIA"
Uno del público dijo a
Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia. Él el
contestó: Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?".
En tiempo de Jesús, en Oriente era frecuente acudir a una autoridad religiosa
aun para cuestiones temporales, y los rabinos intervenían con facilidad. Jesús
se niega a tomar parte en un asunto terreno. Aprovechando esta circunstancia,
Jesús dijo a la gente: "Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues,
aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes". Con esta advertencia
de Jesús comienza el tema central de la parábola: El afán de riquezas es una
necedad, porque la vida temporal no se funda ni depende de ellas. Para mostrar
esta realidad, Jesús les propuso esta parábola: "Un hombre rico tuvo una
gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: ¿Qué haré? No tengo donde almacenar la
cosecha. Y se dijo: Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré
otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y
entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años;
túmbate, come, bebe y date buena vida". El protagonista de la parábola es
ya un rico, pero no se sacia. En el soliloquio se retrata a sí mismo. Seguro de
sí, planea para el futuro goces sin medida. No interesa tanto su egoísmo o su
afán de placeres. Lo que se resalta en su retrato es la seguridad que se
promete para el futuro. Entonces, interviene Dios y le dijo: "Necio, esta
noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será? Así será
el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios". Dios es el dueño
absoluto de la vida e interviene con sus planes. Dios reclama la vida, que le
había prestado. La pregunta que Dios hace sobre la suerte de los bienes
acumulados tiende a poner de relieve la necedad del rico. Poco importa que los
bienes pasen a manos de sus hijos; lo que importa es que el propio rico no los
va a gozar. En la parábola se pone de manifiesto la vanidad de los afanes y
proyectos del rico. En la conclusión de la parábola se destaca por un lado la
vanidad de las riquezas mundanas, y por otro, la solidez de las riquezas
espirituales.
MARTES, 22 DE OCTUBRE DE 2021. Lc 12,35-38.
VIVIR ATENTOS
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Tended ceñida vuestra cintura y encendidas las
lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de
la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a
quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se
ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo. Y, si
llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados
ellos". Jesús insiste con frecuencia en la necesidad de vivir vigilantes.
Dios llega siempre a nuestras vidas como algo nuevo que nos ayuda a crecer como
personas y en la sociedad. La actitud vigilante nos libera del sinsentido que
domina a las personas que caminan por la vida sin meta ni objetivo alguno. La
llamada de Jesús a no vivir dormidos nos impulsa a despertar de la
indiferencia, la pasividad o el descuido con que vivimos con frecuencia nuestra
fe. Lo decisivo es que estemos a punto para abrirle la puerta al Señor cunado
nos llame. En ese momento no se sentará él a la mesa para que le sirvamos, sino
que nos mandará sentarnos y nos servirá él a nosotros. Solo quien ama vive
intensamente, con alegría y vitalidad, despierto a lo esencial. Bienaventurados
nosotros si vivimos atentos a la llegada diaria de Dios a nuestras vidas.
Estaremos prontos para amarle a él y a los hermanos.
MIÉRCOLES, 23 DE OCTUBRE DE 2024. Lc
12,39-48.
"ESTAD PREPARADOS".
Por aquel entonces,
Jesús dijo a sus discípulos: "Comprended que si su supiera el dueño de la
casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en
casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis
viene el Hijo del hombre. Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola por
nosotros o por todos? Y le Señor le dijo: ¿Quién el administrador fiel y
prudente a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les
reparta la ración a sus horas? Bienaventurado aquel criado a quien su amo, al
llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente
de todos sus bienes. Pero si aquel criado dijere para sus adentros: Mi amo
tarda en llegar, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber
y emborracharse, vendrá el amo de ese criado el día que no espera y a la hora
que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que
no son fieles...". Jesús se dirige a sus discípulos. Estos le
preguntan acerca del sentido de la parábola y si va dirigida a todos o solo a
ellos. Jesús les contesta invitando a todos a la vigilancia. Nosotros no somos
dueños de los bienes de Dios; somos simples administradores. Es sorprende la
insistencia con que Jesús nos llama a la vigilancia. Esta llamada nos urge a
despertar de nuestras inercias, de nuestros olvidos y de nuestras
distracciones. Es muy fácil vivir adormilados. Basta con hacer lo que hacen
casi todos: imitar, amoldarnos, ajustarnos a lo que se lleva. No es fácil
despertar a la vigilancia. La vida nos va enseñando que para vivir despiertos
es importante vivir más despacio, cuidar mejor el silencio y estar atentos a
las llamadas del corazón. Sin duda lo más decisivo es vivir amando. Tan solo el
que ama vive intensamente, con alegría y vitalidad, despierto a lo esencial. El
que vive de este modo es realmente el administrador fiel y solícito. Esta es la
forma de vivir que Jesús nos pide mientras estemos en este mundo. El Señor nos
ofrece a todos esta oportunidad. Hemos de aprovecharla en cada circunstancia de
nuestra existencia terrena. Vivamos, pues, con lucidez y responsabilidad, sin
caer en la pasividad o el letargo. Señor Jesús, danos la gracia de mantener
encendida la lámpara recibida en el Bautismo.
Jueves, 24 de octubre de 2024. Lc 12,49-35.
"HE VENIDO A PRENDER FUEGO A LA
TIERRA"
Por aquel entonces, Jesús
dijo a sus discípulos: "He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto
deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué
angustia sufro hasta que se cumpla! ¿pensáis que he venido a traer paz a la
tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa:
tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y
el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre, la
suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra". Jesús habla a sus
discípulos del fuego que él ha traído a la tierra. ¿Qué significa el fuego en
la Palabra de Dios? El fuego aparece como el signo de la presencia de Dios, ya
que el fuego purifica lo malo, da calor en el frío e ilumina en medio de la
oscuridad. Además, el fuego expresa el ardor de un corazón que ama de verdad.
Por los caminos de su tierra, Jesús se esforzaba por contagiar el 'fuego' que
ardía en su corazón. En lo profundo de su corazón Jesús lleva el fuego del amor
hasta el extremo que él deseaba extender por toda la tierra. Este fuego que
arde en su interior es la pasión por Dios y la compasión por los que sufren.
Nuestra experiencia nos va mostrando que cuando sentimos a Dios como Padre y a
todos los hombres como hermanos, cambia nuestra forma de entender la vida. Sin
duda, existe mucha pirotecnia en la cultura de entretenimiento. De este fuego
no habla Jesús. En el corazón de Jesús todo es fuego auténtico no de artificio.
Que nuestro corazón se vaya pareciendo al de Jesús.
VIERNES, 25 DE OCTUBRE DE 2024. Lc
12,54-59.
"¿CÓMO NO
SABÉIS INTERPRETAR EL TIEMPO PRESENTE?"
Por aquel tiempo, Jesús
dijo a la gente: "Cuando veis subir una nube por el poniente, decís
enseguida: Va a caer aguacero, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: Va a
hacer bochorno, y sucede. Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la
tierra y del cielo, pues, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo
no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo? Por ello, mientras vas con tu
adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo
con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al
guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta
que pagues la última monedilla". En tiempos de Jesús los judíos, sin
contar con referencias técnicas de previsión como las actuales, sin embargo
estaban acostumbrados a leer e interpretar los signos del cielo, a fin de
saber qué tiempo haría al día siguiente. Jesús aprovecha esta circunstancia,
para invitarles a interpretar el tiempo presente. En esta misma línea, el
concilio Vaticano II enseña: "Para cumplir esta misión, es deber
permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de los tiempos e
interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada
generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la
humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la
mutua relación de ambas. Es necesario, por ello, conocer y comprender el mundo
en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático que con
frecuencia le caracteriza" GS n.4). Hemos de ser expertos a la hora de
hacer una lectura creyente de los signos de los tiempos. Señor Jesús,
ayúdanos a contemplar nuestro mundo con una mirada creyente.
SÁBADO, 26 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 13,1-9.
"... SI NO OS CONVERTÍS, TODOS
PERECERÉIS LO MISMO".
Por aquel entonces,
"se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre
había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús respondió:
¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han
padecido esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo
mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató,
¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo
que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera. Y les dijo
esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto
en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: Ya ves, tres años llevo
viniendo a buscar fruto de esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué
va a perjudicar el terreno? Pero el viñador respondió: Señor, déjala todavía
este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si
da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar". En tiempos de Jesús,
los judíos pensaban que morir degollado por la espada de Pilato o
aplastado por las piedras de una torre era un castigo divino. Jesús no solo no
acepta este razonamiento, sino que nos llama a la conversión. A esto mismo
viene a responder la parábola de la 'higuera estéril'. Jesús quería
desbloquear la actitud indiferente de quienes le escuchaban, sin responder
prácticamente a su llamada. Después de varios años de esterilidad de la
higuera, el dueño toma la decisión de cortarla. Contra toda sensatez, el
viñador propone hacer todo lo posible para salvarla. En efecto, sostenida por
el amor, la confianza y la solicitud de su cuidador, la higuera queda invitada
a dar fruto. No cabe la menor duda que el riesgo más grave que nos amenaza es
terminar viviendo una vida estéril. El ateísmo práctico, que nos está
invadiendo, nos lleva a una cultura de la intrascendencia. Dicho de otra
forma, vivir de manera estéril significa no entrar en el proceso creador de
Dios. Preguntémonos con sinceridad, si estamos pasando la vida sin trabajar
para hacerla un poco más humana. Como cristianos, lo decisivo es permanecer en
Cristo y da fruto en el momento actual, sin dejarnos llevar por la nostalgia
del pasado ni por la incertidumbre del futuro
DOMINGO, 27 DE OCTUBRE DE 2024. Mc
10,46-52.
"MAESTRO, QUE RECOBRE LA
VISTA"
Hoy es domingo, el día
del Señor. En la primera lectura (Jr 31,7-9) el profeta Jeremías describe la
liberación del pueblo de Israel. Aquel pueblo experimentó el amor de Dios
al ser liberado del destierro. El Señor lo condujo de nuevo a su tierra:
"Vendrán todos llorando, y los guiaré entre consuelos". En aquella
gente se hacen realidad las palabras del salmista (Sal 125): "El Señor ha
estado grande con nosotros, y estamos alegres". Tal como nos dice el
Evangelio de hoy (Mc 10,46-52) en Jesucristo alcanzamos la plenitud de la
salvación. Al salir de Jericó Jesús con sus discípulos y mucha gente " un
mendigo ciego, Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino
pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: Hijo de
David, Jesús, ten compasión de mí. Muchos lo increpaban para que se callara.
Pero él gritaba más: Hijo de David, ten compasión de mí. Jesús se detuvo y
dijo: Llamadlo. Llamaron al ciego, diciéndole: Ánimo, levántate, que te llama.
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: ¿Qué quieres
que te haga? El ciego le contestó: Rabbuní, que recobre la vista. Jesús le
dijo: Anda, tu fe te ha salvado. Y al momento recobró la vista y lo seguía por
el camino". A pesar de su ceguera, Bartimeo, al oír que pasaba Jesús,
comienza a gritarle una y otra vez: Ten compasión de mí. Es el primer paso para
alcanzar la salvación. El ciego sigue en el suelo, lejos de Jesús, pero escucha
atentamente lo que le dicen sus enviados: "Ánimo, levántate, que te
llama". Inmediatamente, Bartimeo da tres pasos que van a cambiar su vida.
Primero arroja el manto, pues le estorba para encontrarse con Jesús. Luego, da
un salto decidido. De este modo se acerca a Jesús. Cuando Jesús le pregunta que
quiere de él, el ciego no duda. Tiene muy claro lo que necesita: "Maestro,
que recobre la vista". Jesús al ver la fe que tenía, le da la vista y el
ciego le sigue por el camino. Cada uno de nosotros hemos de reconocernos en
este ciego. Siempre necesitamos de la luz de la fe. Como entonces, Jesús está
dispuesto a escuchar nuestro grito. No puede seguir su camino ignorando
nuestras dificultades. Él se detiene, hace que todo el grupo se pare y les pide
que llamen al ciego. Si vivimos a fondo nuestra fe, cada uno de nosotros no
podemos caminar tras él sin escuchar las llamadas de los que sufren. Ellos
están en nuestro camino y piden ayuda y compasión. Señor Jesús, aumenta nuestra
fe, para que podamos seguirte.
LUNES, 28 de octubre de 2024. Lc 6,12-19
"ESCOGIÓ A DOCE DE ELLOS..."
Hoy celebra la Iglesia
la fiesta de los apóstoles S.Simón y S. Judas. Precisamente el Evangelio de hoy
nos recuerda la elección de los Doce con estas palabras: "Subió Jesús a la
montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a
sus discípulos, escogió doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que
puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé,
Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y
Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó con ellos y se paró en un llano, con
un grupo grande de discípulos y de pueblo...Venían a oírlo y a que los curara
de sus enfermedades...". Es interesante el dato de la oración de Jesús,
que precede inmediatamente a la elección. Jesús va a realizar un acto muy
importante: la elección de los Doce. Pasó la noche orando a Dios. ¡Qué lección
nos da Jesús! Preparar los grandes acontecimientos en un clima reposado de
oración. Por la mañana, después de reunir en torno suyo a los discípulos,
escoge entre ellos a doce, que llamó apóstoles. Jesús los elige para que
estuvieran con él y para enviarlos a predicar. En la convivencia diaria irán
conociendo al Maestro, aprenderán de él lo que significa el Reino de los
cielos, contemplarán los signos que Jesús va realizando e irán
descubriendo la misión que les aguarda en el futuro. El grupo de los Doce tuvo
una misión no sólo importante, sino única. Constituyen el núcleo inicial del
nuevo Pueblo de Dios. El número doce nos recuerda las doce tribus de Israel.
Señor Jesús creemos que la Iglesia es realmente apostólica.
MARTES, 29 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 13,18-21.
ALGO PEQUEÑO QUE LLEGA A SER GRANDE
En aquel tiempo, Jesús
decía: "¿A qué es semejante el Reino de Dios o a qué lo compararé? Es
semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto;
creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas. Y dijo
de nuevo: ¿A qué compararé el Reino de Dios? es semejante a la levadura que una
mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó". Al
final de la primera etapa del viaje a Jerusalén, y como resumen de las
instrucciones que en ella se recogen, Jesús nos habla del Reino de Dios
utilizando las parábolas del grano de mostaza y de la levadura. Ambas parábolas
nos hablan de algo pequeño que llega a ser grande. Son distintas, pero se
complementan. El grano de mostaza es, en efecto, una de las semillas más
pequeñas y, sin embargo, de él brota un arbusto donde los pájaros pueden
anidar. Por su parte, la levadura hace crecer a la masa que la rodea y ella
desaparece en el pan que comemos. Sabemos cómo el Reino de Dios se ha iniciado
y está presente en las palabras y en los gestos de Jesús. Su plenitud se
revelará en la venida gloriosa del Señor resucitado. De ahí que Jesús
pida a sus discípulos que oren para que venga el Reino. Como enseña el concilio
Vaticano II, "la Iglesia recibe la misión de anunciar el Reino de Cristo y
de Dios e instaurarlo en todos los pueblos, y constituye en la tierra el germen
y el principio de ese Reino. Y, mientras ella paulatinamente va creciendo,
anhela simultáneamente el Reino consumado y con todas sus fuerzas espera y
ansía unirse con su Rey en la gloria" (LG n.5). Señor Jesús, ayúdanos a
conocer y experimentar la fuerza del Reino de Dios presente en el tejido de
nuestro mundo.
MIÉRCOLES, 30 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 13,22-30.
"...ENTRAR POR LA PUERTA
ESTRECHA".
De camino hacia
Jerusalén, Jesús iba enseñando en las aldeas y en las ciudades. "Uno le
preguntó: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Él les dijo: Esforzaos en entrar
por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no
podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis
fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: Señor, ábrenos; pero él os dirá: No sé
quiénes sois. Entonces comenzaréis a decir: Hemos comido y bebido contigo, y tú
has enseñado en nuestras plazas. Pero él os dirá: No sé de dónde sois. Alejaos
de mí todos los que obráis la iniquidad. Allí será el llanto y el rechinar de
dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el
Reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y
occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos".
Jesús recorre ciudades y aldeas enseñando. De pronto, un desconocido interrumpe
su marcha y le pregunta por el número de los que se salvarán. Jesús no responde
directamente a esta pregunta. Lo importante no es saber cuántos se salvarán. Lo
fundamental es acoger de modo responsable la salvación que Dios nos ofrece. En
efecto, la salvación no es algo que se recibe de modo irresponsable de un Dios
permisivo. Ni es tampoco el privilegio de algunos elegidos. Para darnos cuenta
de lo que significa la invitación 'entrar por la puerta estrecha', es
conveniente recordar aquellas palabras de Jesús: "Yo soy la puerta; si uno
entra por mí será salvo" (Jn 10,9). En consecuencia, entrar por la puerta
estrecha es seguir a Jesús; aprender a vivir como él; tomar su cruz y confiar
en el Padre, que lo ha resucitado. Se trata, pues, de responder al amor del
Padre con fidelidad. Lo que Jesús nos pide no es un rigorismo legalista, sino
amor radical a Dios y al prójimo. La vida diaria nos va mostrando que el amor
auténtico exige renunciar a egoísmos, envidias y resentimientos. Sencillamente
sin renuncia no se gana esta vida ni la eterna. Señor Jesús, muéstranos tus
caminos y danos tu salvación.
JUEVES 31 DE OCTUBRE DE 2024. Lc 13, 31-35
BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR"
La persona y las obras
de Jesús resultan muy incómodas, sobre todo para clase dirigente religiosa y
civil. En efecto, unos fariseos se acercaron a Jesús para decirle:
"Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte. Él contestó: Id a
decirle a ese zorro: Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado
mañana llego a mi término. Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque
no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén". La advertencia la hacen
'unos fariseos', que no debían desear cosa buena para Jesús. Cabe que los
fariseos quisieran que Jesús se marchase a otra parte. Jesús, al calificar a
Herodes de zorro, está indicando que no se deja engañar por nadie y que tiene
su plan bien definido. La expresión 'hoy y mañana' indica que le queda todavía
algún tiempo para ejercer su ministerio. 'Pasado mañana' (al tercer día) señala
el final. Alude a su muerte y pasión. Jesús debe partir para Jerusalén, porque
allí va a morir. Seguidamente, Jesús prorrumpe de este modo contra Jerusalén:
"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se
te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a
sus pollitos bajo sus alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os quedará
vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: Bendito el
que viene en nombre del Señor". La repetición del nombre de Jerusalén
indica un afecto y amor despreciado. Jerusalén rechaza y mata a los enviados de
Dios. La imagen de la gallina extendiendo sus alas se usa en el AT. para
simbolizar las protección divina (Dt.32,11; Is.3,15). Es también frecuente en
los salmos. Señor Jesús, quédate con nosotros, necesitamos que nos acompañes en
el camino de la vida.